El Monasterio de San Pelayo, situado en el corazón del casco histórico de Oviedo junto a la Catedral, remonta sus orígenes al s. IX bajo el nombre de San Juan Bautista. Es a partir de convertirse en lugar de reposo de los restos del niño mártir San Pelayo, cuando con el tiempo toma su actual nombre.
En la actualidad se trata del único cenobio benedictino asturiano que se ha mantenido vivo sin interrupción hasta el día de hoy.
El conjunto está formado por seis elementos diferenciados: Archivo, Claustrillo, Claustro de San Pelayo, Iglesia de San Pelayo, Monumento a Jovellanos y Vicaría. Se interviene en el conjunto denominado “Archivo” formado por dos cuerpos de edificación sensiblemente perpendiculares, comprendidos entre el patio de entrada y las calles Jovellanos y del Águila. El grueso de la actuación lo constituye la sustitución de las cubiertas dañadas por humedades, filtraciones y goteras.
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La Actuación:
- Levantado de las cubiertas del Monasterio en una longitud de 40 ml. en la Calle del Águila y de 30 ml. en la Calle Jovellanos, medidos desde la esquina de confluencia de ambas.
- Demolición de la estructura de soporte de ambas cubiertas, y de los falsos techos correspondientes a la planta segunda.
- Ejecución de un forjado de estructura metálica y chapa colaborante, como techo de planta segunda, que hará habitable el bajo cubierta.
- Ejecución de una estructura metálica, a base tubo de acero, como soporte de la nueva cubierta de teja curva.
- Levantado de todos los canalones y bajantes de la zona de actuación, y posterior reposición con materiales nuevos de las mismas características.
- Restauración de las cornisas de piedra arenisca, incluyendo estudio geológico.
- Demolición y nueva ejecución de aleros de madera con canecillos del mismo material, y con el mismo acabado que en resto del Monasterio.
- Ordenación y nueva ejecución de todas las instalaciones que discurrían por el techo de la planta segunda, así como nueva instalación eléctrica para el área de bajo cubierta.